Ella y un espejo. Ella y su atormentación.
Ella y su miedo. Ella y ella. Uno contra uno.
"Estaba delante de aquel. Se tapaba los ojos arrugados de las tantas lágrimas lloradas. Que desesperación. Apartó sus manos blanquezinas. Lo vió. Vió ese cuerpo que no le gustaba. Esa persona tan odiosa. Blanquísima. Delgada. Con ojeras. Sin mucho que hablar. Con rabia. Sin sentimientos que sentir. Sola. Odiandola al máximo. Se veía a si misma. Como se odiaba. No era perfecta. Nunca lo sería.Tenia miedo. Miedo a si misma. A no ser como las "demás". Miedo a el espejo. A ser juzgada por los demás. Aunque la primera en juzgarze era ella misma. Pero si no creía ni en su propio cuerpo, su propia alma. ¿que tendria que creer en ella los demás? Era como era, per no acceptaba ni sus uñas. Quería alcanzar la perfección, algo inalcanzable. Pero ella no lo sabia, así que gastaba su preciado tiempo en algo que no existia. No seria nunca acceptada así, nunca."
Teresa