Busco la calma: 2013

dijous, 29 d’agost del 2013

Futuro, traes problemas

Me da miedo la idea de que se acabe el verano, de pensar el estrés que llevaré dia a dia en mi cuerpo y las decisiones que tendré que tomar. Se me escapa de las manos todos los días de verano, ¿el reloj de arena tan rápido ha finalizado su viaje? Esos meses de libertad, de no pensar ni hacer nada, solo lo que nos enamora, se finiquitaron. Ahora reglas, reglas y más reglas, deberes que hacer, estudiar cosas sin importancia, y soportar personas que mejor mirar a otro lado.

Pero lo que más me atormenta es la decisión de que hacer con mi puta vida. Así de claro. Un poco ordinario me ha quedado. Pero una se harta de alguien que no sabe que hacer, que su respuesta a todo es el "no lo sé" y que decidirse en que dedicarse en toda una vida es como una cosa de locos. Alguien como yo. ¿Ciencias, letras o arte? Esa es la questión. Si miro donde miro, creo que no me gustará o seré un desastre. Me siento incompetente a los otros, incapaz, ¿soy lo suficiente...? No lo sé. Necesito tiempo de meditación y afrontar las cosas con optimismo ¿pero que puñetas? Cuando empiezo a plantearme el futuro, se me escapa la mente y no hay manera de encontrarla.

Pero, ¿realmente esperan que unos niños de 16 años decidan que hacer cada año de sus vidas hasta los 70? Es un chiste. Porfavor, si yo no sé ni que haré mañana. ¿Cómo me puedo ver ahora? Una joven que se encierra su libertad por un futuro inexistente. ¿Y como me veré? Espero haciendo lo que más ame, si no, este mundo cada vez irá más a pique de lo que va ya.

dissabte, 8 de juny del 2013

Sólo necesito tiempo para vivir

Yo creo que uno viviría mucho mejor sin horarios. Sin horas, ni tiempo. Con esa libertad en las venas de no tener que mirar el reloj. El tiempo, simplemente, algo abstracto inventado por el hombre que solo trae problemas y más problemas.

Yo casi siempre llego tarde siempre a todos sitios, uno de mis defectos más estúpidos. No sé como me lo hago, pero siempre tengo algo que me hace llegar tarde, ¿será el destino? ¿O el maldito tic tac de las horas que me desorienta? ¿O quizás yo que quiero hacerlo todo? No lo sé. Pero a veces anhelaria ir si un reloj, ni móvil, ni nada con una hora escrita. Y hacer mil cosas por ahí. Yo que sé. Sin una persona que te llame si no estás a la hora o que te regañe por llegar tarde. Maldito tiempo. Tanta planificación - mejor improvisando -me dijeron un día. Mejor las sorpresas. Mejor las sonrisas inesperadas y los nervios de antelación.

Yo sólo necesito tiempo para vivir.