Yo creo que uno viviría mucho mejor sin horarios. Sin horas, ni tiempo. Con esa libertad en las venas de no tener que mirar el reloj. El tiempo, simplemente, algo abstracto inventado por el hombre que solo trae problemas y más problemas.
Yo casi siempre llego tarde siempre a todos sitios, uno de mis defectos más estúpidos. No sé como me lo hago, pero siempre tengo algo que me hace llegar tarde, ¿será el destino? ¿O el maldito tic tac de las horas que me desorienta? ¿O quizás yo que quiero hacerlo todo? No lo sé. Pero a veces anhelaria ir si un reloj, ni móvil, ni nada con una hora escrita. Y hacer mil cosas por ahí. Yo que sé. Sin una persona que te llame si no estás a la hora o que te regañe por llegar tarde. Maldito tiempo. Tanta planificación - mejor improvisando -me dijeron un día. Mejor las sorpresas. Mejor las sonrisas inesperadas y los nervios de antelación.
Yo sólo necesito tiempo para vivir.